Algunos países y regiones del mundo son especialmente vulnerables a las catástrofes naturales. Es el caso de Indonesia, con sus numerosos volcanes activos y frecuentes terremotos, en el «Cinturón de Fuego del Pacífico». Sulawesi, la cuarta isla más grande del país, situada entre tres placas tectónicas, está especialmente expuesta. El 28 de septiembre de 2018, un terremoto de 6.1 grados en la escala de Richter provocó un tsunami bastante atípico en la profunda bahía de Palu, que causó varios miles de muertos y numerosos daños, aún visibles hoy en día.

Palu, Sulawesi

Un proyecto dirigido por una ONG indonesia y apoyado por CCFD-Terre Solidaire tenía como objetivo garantizar la resiliencia de las comunidades costeras tras esta catástrofe, mediante la transmisión de conocimientos tradicionales y la plantación de manglares (barreras naturales contra el tsunami), así como la reconstrucción de la economía tradicional, mediante la restauración de embarcaciones y equipos de pesca tradicionales.

aldea de Taipa, baia de Palu

Nuestra evaluación de este proyecto puso de relieve la importancia de las prácticas profesionales de contratación, las relaciones con los artesanos locales implicados en la reconstrucción de barcos pesqueros y el conocimiento del entorno local, tanto medioambiental como cultural y social, para el éxito de un proyecto de este tipo. También hay que tener en cuenta los elementos contextuales que pueden complicar la realización del proyecto, como el confinamiento debido a la pandemia y las elecciones locales y nacionales.
Para esta misión pudimos movilizar una sólida red de consultores y profesionales franceses y nacionales presentes en el país, y encontrar una colaboradora experta en gestión de riesgos naturales.

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